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La Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS) denuncia la irresponsable reacción del Ministro de Sanidad ante el anuncio de la multinacional PFIZER sobre la vacuna contra el COVID.

El pasado lunes día 9 de noviembre la multinacional PFIZER y BioNTech emitió un comunicado informando del éxito de su vacuna contra el COVID que aseguraba tener disponible para finales de este año. Así mismo informaba de la existencia de efectos secundarios en menos del 20% de los participantes en los ensayos clínicos, de la fase 1, realizados en EE.UU. y Alemania.

Con esos "buenos resultados" esperaba tener disponibles 100 millones de dosis a finales de este año y 1.300 millones en 2021[1].

Según sus propias informaciones, los ensayos clínicos correspondientes a las fases 2 y 3, no se sabe si se han iniciado y, en cualquier caso, no han culminado.

Hasta la fecha, ningún organismo administrativo de ningún país, ni mucho menos la OMS, ha otorgado validez a los resultados anunciados.

Es decir, nos encontramos ante un acto de propaganda, puro y duro, de estas multinacionales, en una pelea descarnada con otras, por hacerse con los contratos multimillonarios de los Estados.

 

Vende humo, coge el dinero y corre...

Hoy se ha sabido que según los datos de la Comisión de Mercados y Valores de EE.UU[2], el Director Ejecutivo (CEO) de la PFIZER - BioNTech, Albert Bourla, aprovechó que el valor en bolsa de los intereses de la compañía se disparaba como consecuencia de ese anuncio, para vender el 62% de sus acciones. Vendió según el documento que citamos 132.508 títulos a un precio de 41,94 dólares, por lo que se hizo en un día con aproximadamente a 5,6 millones de dólares.

En esta carrera por conseguir el dinero fresco a costa de manipular la angustia de las poblaciones y a la espera de que les lleguen cantidades ingentes de dinero público, el CEO de la PFIZER no está solo.

También Sally Susman, vicepresidenta ejecutiva de la misma compañía vendió de 43.662 títulos el mismo lunes, al mismo precio y se embolsó cerca de dos millones de dólares.

Pero hay más. Al calor del pánico por la Covid y la búsqueda de la panacea de la vacuna, en el pasado mes de julio, el CEO de otra multinacional farmacéutica, ahora Moderna, tras anunciar prometedores resultados con la vacuna que produjeron una subida en bolsa de sus acciones de un 30%, vendió 72.000 acciones de la empresa y consiguió 4,8 millones de dólares. Por el mismo camino anduvo el presidente de Moderna que obtuvo 1,9 millones de dólares.

 

El círculo se cierra con dinero público.

Ante este escenario de ladrones de guante blanco - o criminales que juegan con la salud de la gente - nuestro Ministro de Sanidad anunció al día siguiente del anuncio de PFIZER- BioNTech, sin esperar validación alguna, así por las buenas, que comparará 10 millones de dosis de vacuna. "El Gobierno espera que esta semana o la siguiente pueda firmar nuevos contratos con la farmacéutica para las primeras dosis del remedio, que podrían llegar a principios del año que viene, incluso, si todo va muy bien, a finales de este. El ministro calcula que puedan adquirir unos 20 millones de dosis en total, para inmunizar a unos10 millones de personas en España a principios de año, y que estas vacunas serán gratuitas"[3]

 

La Coordinadora Antiprivatizacion de la Sanidad (CAS):

  • Denuncia la irresponsabilidad del ministro que muestra un sometimiento indigno, no sólo a los intereses, sino directamente al aparato de propaganda de las multinacionales farmacéuticas, montado, además - como los datos evidencian - para el lucro de sus directivos.
  • Recuerda que en 2009 con ocasión de la Gripe A, la Ministra de Sanidad Trinidad Jiménez gastó cerca de 400 millones de euros, en plena época de recortes, en vacunas, Tamiflú y Relenza. Ninguno de ellos se llegó a utilizar. Dichos fármacos fueron recomendados por el Comité de Expertos de la OMS quien denunció el soborno de sus técnicos por las multinacionales Roche y Glaxo[4] que facturaron cientos de miles de millones de dólares. En estos momentos hay un gran déficit de información, unido a un interés de multinacionales de todo tipo para hacerse con el suculento negocio que se avecina, por lo que previsiblemente asistiremos en las próximas semanas a nuevos anuncios de vacunas milagrosas, que por precaución deberemos poner en cuarentena.
  • Advierte de que en la lucha contra el Covid se están dirigiendo todos los esfuerzos hacia las “soluciones” hospitalcentristas y farmacológicas, precisamente las que pueden aportar volumen de negocio para el entramado médico-industrial, desechando las medidas de salud pública básicas, la mejoría de las condiciones de vida de la población y la lucha contra la desigualdad, elementos más baratos que podrían contener la expansión de la pandemia.

Por todo ello la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad, al igual que planteó cuando se anunció la compra, esta vez por parte de la UE, de millones de dosis a Astra-Zeneca[5], exige que:

  1. De forma inmediata se constituya un comité científico con acreditada independencia de la industria farmacéutica, que evalúe la validez, eficacia y seguridad de las vacunas disponibles, incluidas las producidas por instituciones públicas de otros países.
  2. Se tomen las medidas necesarias para fortalecer la investigación pública, asegurando su independencia del capital privado.

Se cree una industria farmacéutica pública capaz de fabricar los medicamentos considerados como esenciales por la OMS, entre ellos, las vacunas.

 

[1]https://elglobal.es/industria/pfizer-y-biontech-preven-una-aprobacion-regulatoria-de-su-vacuna-contra-la-covid-19-en-octubre/

[2]https://www.sec.gov/Archives/edgar/data/78003/000122520820013318/xslF345X03/doc4.xml

[3]https://www.lavanguardia.com/politica/20201110/49384092682/salvador-illa-vacuna-pzifer-inmunizar-10-millones-espanoles-gratuita.html

[4]https://elpais.com/diario/2010/06/05/sociedad/1275688803_850215.html

[5]https://www.casestatal.org/es/2020/09/las-vacunas-contra-el-covid-19-los-gobiernos-una-vez-mas-a-los-pies-de-las-multinacionales-farmaceuticas/