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Por Elizabeth Claire Alberts, para Mongabay

Ÿ Un nuevo estudio halla microplásticos en el interior de placentas humanas, lo que podría afectar la salud y el desarrollo del feto.

Ÿ Según el estudio, lo más probable es que los plásticos llegaran al interior de las mujeres por ingesta e inhalación y, más tarde, se desplazaran a las placentas.

Ÿ Aunque es necesario seguir investigando el asunto, se cree que estos microplásticos podrían provocar una alteración de los mecanismos de respuesta inmunitaria en los bebés.

El plástico está por todos lados, literalmente. Cada vez son más las investigaciones que revelan que los plásticos no solo se están hacinando en los océanos y en los espacios naturales, sino que también están invadiendo nuestro cuerpo a través del aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que consumimos. Ahora, un nuevo estudio ha demostrado que los microplásticos, partículas de plástico menores de cinco milímetros y mayores de un micrón, están presentes incluso en el interior de las placentas humanas, lo que supone un riesgo potencial para la salud del feto y su desarrollo.

El estudio, que ha sido publicado este mes en Environmental International, examinó seis placentas humanas provenientes de mujeres que habían tenido embarazos y partos sin complicaciones. Durante el parto, tanto los obstetras como las matronas aplicaron un «protocolo libre de plástico», para lo que sustituyeron los guantes de plástico por otros de algodón y evitaron usar instrumentos y materiales de plástico, a fin de impedir la contaminación cruzada.

Los investigadores encontraron un total de doce fragmentos de microplásticos en cuatro de las seis placentas. Tres de estos pequeños trozos fueron identificados como polipropileno, un plástico de uso común en envases y embalajes para alimentos. Si bien fue más difícil distinguir los otros trozos, estos parecen ser residuos plásticos procedentes de «revestimientos, pinturas, adhesivos, tiritas, pinturas de dedos, polímeros, cosméticos y productos de higiene personal», según señala el estudio.

Los efectos sobre la salud producidos por la presencia de microplásticos en el cuerpo humano siguen siendo prácticamente desconocidos, pero los investigadores han expresado una «gran preocupación» a causa del papel crítico que la placenta desempeña en el desarrollo del feto.

Antonio Ragusa, que es el autor principal del estudio y el director de obstetricia y ginecología del hospital San Giovanni Calibita Fatebenefratelli de Roma, ha manifestado que es probable que los microplásticos estén presentes en los propios bebés, aunque será necesario llevar a cabo más estudios para comprobar este punto.

En una declaración a través de correo electrónico dirigida a la web Mongabay, Ragusa señalaba lo siguiente: «No puedo respaldarlo con evidencias científicas, ya que el nuestro es el primer estudio en el mundo sobre este asunto, [pero] creo que, si pudiéramos buscarlos, también encontraríamos microplásticos en los órganos de los recién nacidos, puesto que la placenta es un órgano efímero del feto, y no un órgano de la madre».

Aunque todos los bebés nacieron sanos, Ragusa señaló que los microplásticos encontrados en la placenta tenían el potencial de «alterar varias de las vías de regulación del ciclo celular… como los mecanismos de respuesta inmunitaria».

«La presencia de MPs [microplásticos] en el tejido de la placenta exige un replanteamiento del mecanismo de tolerancia inmunológica, un mecanismo que puede ser alterado por la presencia de MPs», dijo Ragusa. «De hecho, se ha observado que, una vez presentes en el cuerpo humano, los MPs pueden acumularse y producir una toxicidad localizada al causar o potenciar respuestas inmunológicas, lo que puede reducir los mecanismos de defensa contra los patógenos y alterar la utilización de las reservas de energía».

Los investigadores afirman que los microplásticos probablemente entraron en el cuerpo de las madres mediante la ingesta de alimentos o a través de la respiración, y que luego se desplazaron a las placentas.

Steve Allen, un investigador especializado en microplásticos de la Universidad de Strathclyde, en Glasgow, y que no participó en el estudio, afirmó que los hallazgos no le sorprendieron: «Diría con total seguridad que, usando las herramientas adecuadas, los encontraremos en cualquier parte del cuerpo humano».

Un estudio similar ha demostrado que un grupo de ratas gestantes a las que obligaron a inhalar nanoplásticos acabó presentando partículas en la placenta, de la misma forma que estas aparecieron en el hígado, los pulmones, el corazón, los riñones y el cerebro de los fetos.

«Teniendo en cuenta que puede desplazarse de esta manera a través de las ratas, no sería de extrañar que pueda hacer exactamente lo mismo en los humanos», señaló Deonie Allen, otra de las personas que investigan los microplásticos en la Universidad de Strathclyde.

Ragusa afirma que continuarán investigando los microplásticos en relación a la salud materno-infantil.

«Ahora es necesario averiguar si los microplásticos están presentes en el recién nacido en el momento de su nacimiento, cosa que haremos extrayendo la sangre del cordón umbilical tras el parto», explicaba el investigador. «Otro paso importante será conocer si los microplásticos están presentes en la leche materna».

Citas:

Ÿ Fournier, S. B., D’Errico, J. N., Adler, D. S., Kollontzi, S., Goedken, M. J., Fabris, L., Yurkow, E. J. & Stapleton, P. A. (2020). Nanopolystyrene translocation and fetal deposition after acute lung exposure during late-stage pregnancy. Particle and Fibre Toxicology, 17(55). doi:10.21203/rs.3.rs-39676/v1

ŸRagusa, A., Svelato, A., Santacroce, C., Catalano, P., Notarstefano, V., Carnevali, O., Papa, F., Rongioletti, M. C. A., Baiocco, F., Draghi, S., D’Amore, E., Rinaldo, D., Matta, M., Giorgini, E. (2021). Plasticenta: First evidence of microplastics in human placenta. Environment International, 146, 106274. doi:10.1016/j.envint.2020.106274

Enlace original:

https://dgrnewsservice.org/civilization/ecocide/toxification/great-concern-as-study-finds-microplastics-in-human-placentas/

 

Traducido para CAS por Chema Alcalá