(2019-01-14) Suben las denuncias por negligencias médicas en Madrid

Alberto (nombre ficticio) falleció a mediados de marzo del año pasado. Una negligencia médica producida en un hospital público madrileño lo mantuvo durante más de un año preocupado por su estado salud pero sin sospechar que padecía un cáncer de vejiga en estado avanzado. Desde principios de 2017, este paciente fue operado de un tumor, recibió quimioterapia y le diagnosticaron otras dolencias diferentes. Pero ninguna era de gravedad, le dijeron. En febrero de 2018, ante su evidente deterioro, acudió a otro hospital: tenía cáncer de vejiga. Murió pocas semanas después. "Todo ello, hizo que durante meses tanto el paciente como sus familiares considerasen que la patología no tenía ninguna gravedad", señalan fuentes conocedoras del asunto. El caso de Alberto es una de las 3.285 denuncias por negligencias médicas en la Comunidad de Madrid recogidas por la Asociación El Defensor del Paciente en su Memoria correspondiente a 2018.

Las reclamaciones, de este modo, subieron un 4,3% respecto a 2017, cuando se registraron 3.149. La cifra que ofrece el documento corresponde a las denuncias recibidas por la asociación a lo largo del año. El documento también señala que el hospital que recibió más denuncias fue el Ramón y Cajal (10,7%), seguido del 12 de Octubre (10,4%), la Fundación Jiménez Díaz (10,1%), el Gregorio Marañon (8,4%) y el Clínico San Carlos (7,2%). Los Centros de Atención Primaria y Especialidades sumaron un 9,3% de las reclamaciones este año. Las quejas se centran en el servicio de cirugía general, listas de espera, traumatología, ginecología y las ambulancias. Precisamente, las listas de espera han acaparado en los últimos años las críticas de pacientes y sindicatos de profesionales. El documento señala que "las mayores tardanzas se aglutinan en traumatología, neurocirugía y cirugía vascular".

Según las últimas cifras que ofrece la Consejería de Sanidad, a 30 de noviembre de 2018 había 72.866 pacientes esperando para ser intervenidos en los centros hospitalarios de la región. La demora media (tiempo que llevan esperando los pacientes para ser intervenidos) en esta lista se sitúa actualmente en los 43,37 días. Por otra parte, los problemas con las ambulancias están relacionados sobre todo con los retrasos, tanto en el transporte sanitario no urgente (los traslados programados, un servicio que se presta mediante una concesión a empresas privadas) como en el urgente. Las quejas obligaron a Sanidad a licitar un nuevo contrato para el transporte no urgente que entró en vigor el pasado febrero y que amplió la flota de vehículos casi un 10% más hasta las 360 unidades.

Las reclamaciones de los usuarios crecieron un 21% en 2017 y la cifra oficial de 2018 aún se desconoce al no haberse publicado aún la memoria del Sermas de ese año. Para Carmen Flores, presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente, 2018 fue año "conflictivo" para la sanida pública madrileña "lleno de incoherencia" debido a los "recortes de personal" y a la "derivación de los pacientes a centrso privados". "En el momento que nos llega una reclamación y nos ponemos en contacto con la Comunidad de Madrid para intentar resolverla, lo primero que le dicen al paciente es que no tienen que llevarla a una asociación privada. Si el paciente acude a nosotros es porque ya está harto de que reclame y no le hagan ni caso. Esto demuestra un gran desinterés por solucionar los problemas de las personas y supone un atentado contra la salud", sentencia Flores.

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