(2015-07-30) Atado y bien atado: la Inspección Sanitaria certifica que la actividad privada del Clinic es legal

Que el "modelo catalán" es diferente del resto del estado es una obviedad, aunque el origen de los consorcios sanitarios es más oscuro, pero lo que es innegable es que en Catalunya, desde el mismo momento de las transferencias sanitarias en 1981, hace ya casi 35 años, partidos politicos de todos los colores han gestionado la sanidad, incluidos los que ahora se intentan confundir en el paisaje de "Catalunya Sí que es Pot", y todos ellos han aceptado el modelo privado preponderante, y ninguno de ellos ha defendido  ni siquiera la estatalización de los centros privados (todos ellos mantenidos con fondos públicos). Durante décadas, todos los partidos politicos sin distinción, han ocupado de buen gusto los sillones de los consejos de administración, mientras el modelo se privatizaba cada vez mas y se permitía al sector médico que tuviera interés, trabajar tambien en el sector privado puro. En este sentido, las denuncias, en algunos casos de carácter viral, de los ultimos años sobre una supuesta privatización de CiU, olvidan a propósito las causas profundas del proceso secular de privatización del modelo catalan, y mucho nos tememos, persiguen simplemente intereses personales politicos puros y duros.

LA NOTICIA:
La inspección sanitaria da el visto bueno a la actividad privada del Clínic.

El Parlament pidió en febrero garantías de que no había desvío de pacientes

El debate sobre si los centros públicos deben o no hacer de privados se discutirá a partir de septiembre

La inspección sanitaria a la que se encargó analizar posibles irregularidades en la utilización de recursos públicos en la parte privada del Clínic, Barnaclínic, ha presentado en el Parlament su informe favorable a la entidad. La cámara, a petición de todos los partidos excepto CiU instó al Catsalut a que se inspeccionara la actividad de esta planta privada del Clínic para dirimir si se estaba utilizando recursos públicos en beneficio privado, si se había inducido a algún paciente del hospital a pasar a la parte privada y acerca del sistema retributivo de los profesionales que trabajaban en ambas actividades. La sombra de la duda cayó sobre los profesionales sanitarios y en los gestores del Clínic y su Barnaclínic que llevaba funcionando diez años sin que nadie indagara nada. El malestar empujó a los médicos a pedir amparo al Parlament frente a las acusaciones de algunos grupos parlamentarios.

Según el informe que el departamento de Salut presentó ayer en el Parlament, después de seis visitas de inspección concluye que las instalaciones del hospital no han tenido ninguna restricción en su actividad pública por el uso privado y tampoco se ha encontrado ninguna reclamación por una derivación indebida de la sanidad pública a la privada. En el análisis de todos los pacientes atendidos entre octubre del 2014 y febrero del 2015, 171 personas, 18 de ellos (11%) habían sido atendidos alguna vez en el Clínic público pero, según comprobaron, todos ellos habían firmado un consentimiento libre voluntario e informado de atención sanitaria privada. Y entre los motivos para acudir a Barnaclínic, ninguno alegó que lo hicieran inducidos por un médico.

En cuanto al uso de las instalaciones, dos de las 438 intervenciones realizadas por la privada a lo largo del 2014 se realizaron en horario de mañana sin que la urgencia lo justificara y, según la inspección, en ambos casos comprobaron que el quirófano quedó libre a esa hora. En sus recomendaciones, la inspección cree que el hospital debería atenerse a las recomendaciones generales de la asociación de centros sanitarios CSC (que agrupa a la mayoría de hospitales públicos y sin ánimo de lucro) de que la privada se haga sólo por la tarde, para que quede claramente diferenciada de la actividad principal que contrata el Catsalut. Sobre quién paga al personal que atiende a los pacientes privados, la inspección ha descubierto que nadie del hospital había pedido a la administración que les permitieran esta compatibilidad, algo que prácticamente no ha hecho ningún profesional en Catalunya.

El trámite ya se ha puesto en marcha. También explica con detalle cómo se factura a los pacientes de Barnaclínic todo lo que se usa del resto del hospital, incluido el trabajo de urgencias, de la UCI o de pruebas diagnósticas. El informe de la inspección no entra en el fondo del debate de si es correcto que los hospitales del sistema público tengan actividad privada. Esa cuestión se discutirá en el grupo de trabajo ya creado por petición del Parlament, y que se reunirá en septiembre, en el que participan sociedades científicas, proveedores sanitarios, grupos parlamentarios y el servei Català de la Salut.