(2018-03-21) ¿Prevenir el sarampión? Por supuesto. ¿y por que no el cáncer?

En los últimos meses asistimos a un bombardeo mediatico desde los medios controlados por Administraciones e industrias en relación con la grave amenaza que supone el incremento del numero de casos de sarampión. Hasta la OMS pone el grito en el cielo y reclama “ medidas urgentes para detener la transmisión del sarampión dentro de sus fronteras, y a todas las naciones a mantener la guardia y conservar una alta cobertura de vacunación”.

La OMS, la misma que elevó a desastre natural la “pandemia de gripe A”, mientras ocultaba que sus expertos cobraban de las farmacéuticas Roche y Glaxo, fabricantes de Tamiflu y Relenza, los fármacos antivirales contra el virus H1N1 H1N1. Mientras los 16 miembros del comité de emergencia que se creó para asesorar a su directora de la OMS (Margaret Chang) durante la crisis de la pandemia eran secretos.

La OMS, cuyo presupuesto en el periodo 2012–2013 solo procedía en un 20 % de las aportaciones de los estados miembros, y cuya mayor parte de su financiación corre a cargo de la industria farmacéutica y de donantes privados. El que más aporta con mucha diferencia es Bill Gates (el 80 % del programa de medicamentos) , seguido de farmaceuticas como GlaxoSmithKline, Novartis, Sanofi Pasteur y Merck, por cierto las principales fabricantes de vacunas que aportaron 90 millones de dólares en donaciones.

En el siguiente artículo, Michel de Lorgeril, cardiólogo clínico, investigador del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, y profesor de la Facultad de Medicina de Grenoble, pone los puntos sobre las ies respecto a la sobrevaloración interesada de la mortalidad por sarampión, en relación con las principales causas de muerte (corazón, cáncer), sobre las que no interesa actuar en absoluto desde el punto de vista de la prevención.

Artículo:

¿POR QUÉ EL SARAMPIÓN ESTÁ EN PRIMERA PLANA DE NOTICIAS?

En Francia se muere 500 veces más de tuberculosis y cien mil veces más de cáncer o de enfermedad cardiovascular que de sarampión.

El sarampión es, por lo tanto, una enfermedad relativamente benigna desde un punto de vista social o de salud pública, si se compara con otras patologías.

¿Acaso no hay otra urgencia o prioridad que el sarampión?

Sin embargo, no hay un día sin noticias alarmantes en portada e imágenes que rozan en la tragicomedia. Véase un ejemplo reciente a continuación.

15 de febrero de 2018.



“El sarampión: no existe ningún tratamiento, la ministra de sanidad hace un llamamiento a todos los franceses para vacunarse rápidamente”

Afortunadamente, la gente ha hecho oídos sordos.

Esta reprobable falta de de respuesta de la población nos da una información importante: ¡los franceses no oyen lo que los expertos y los ministros les gritan!

¡Es urgente alarmar a los ciudadanos!

Sin embargo, en uno y otro medio las supuestas imágenes (a continuación) urgen a los ciudadanos a reaccionar...

Los franceses tampoco ven. ¡Es urgente que se miren la vista!

Esta indiferencia es preocupante y se opone al frenesí mediático e institucional sobre el sarampión.

¿A qué se debe ese contraste?

Respuesta: En la Sociedad Mercantil y Espectacular, el frenesí espectacular es siempre una diversión; que quiere mostrar lo contrario de lo que muestra la realidad.

Al hablar mucho y en voz alta de sarampión, queremos ocultar (acallar) lo que el sarampión nos dice descaradamente. Porque el sarampión tiene algo que decirnos en 2018.

¡Callémonos y escuchemos el sarampión!

Este bebé con sarampión en la foto (arriba) es una complicación de la vacunación contra el sarampión. Antes de la vacunación masiva, los bebés estaban protegidos por la inmunidad transmitida por sus madres. La medicina moderna ha creado una enfermedad que no existía.

Gracias por no hacer caso a este tipo de estratagemas.

Esto explica la disonancia actual. Sirve para ocultar la realidad.

De la misma manera, el sarampión en adultos era extremadamente raro. Estas se han convertido en complicaciones de la vacunación porque, en adultos frágiles, la inmunodeficiencia inducida por el virus del sarampión puede crear complicaciones, especialmente broncopulmonares, que a veces requieren cuidados intensivos. Repito: estas son las consecuencias de la vacunación, ¡y no al revés!

Las instituciones nacionales e internacionales ahora dicen que es el defecto (o la insuficiencia) de la vacunación el problema. En realidad es exactamente lo opuesto.

La estrategia propuesta para la vacuna contra el sarampión, particularmente por la OMS, hace 30 años (más o menos) habría sido útil si las vacunas hubieran sido efectivas. De ese modo, las madres vacunadas protegerían a sus bebés y los adultos vacunados serían inmunizados de por vida.

Pero no es el caso, las vacunas actuales (se llaman ROR- sarampión, paperas, rubeola) no son (o no son suficientes) efectivas. Los brotes de sarampión, aquí y en otros lugares, muestran que las políticas de vacunación no funcionan. Las poblaciones vacunadas al 99% no se libran. Las personas que trabajan en hospitales que han recibido las dos dosis estándar de la vacuna están clínicamente infectadas y contagian la enfermedad; poniendo en peligro a aquellos que aún no están inmunizados (bebés menores de 12 meses de edad, por ejemplo), aquellos que han perdido la inmunidad (adultos, ancianos y algunas veces adolescentes) y aquellos cuyo sistema inmune no responde (deficiencia inmune grave o moderada)).

No solo las vacunas ROR no son efectivas (o por lo menos no suficientemente) contra el sarampión clínico, sino que son potencialmente tóxicas; aunque todo se hace para minimizar u ocultar los hechos: inocuidad perfecta, se dice.

Sin embargo, las advertencias están aumentando en todos los países y cada vez es más difícil creer que estos denunciantes de estas estratagemas sean todos conspiradores.

Estas evidencias son percibidas (aunque a menudo mal entendidas) por proporciones cada vez mayores de la población. Las autoridades intuyen que su propia credibilidad se desvanece y entran en pánico.

De ahí la urgencia del alboroto mediático, por un lado, y de las nuevas regulaciones y leyes obligatorias, por otro.

¿Por qué las discusiones serias y serenas para encontrar una solución son imposibles hoy en día?

Debido a que el trío institucional responsable del estado actual [(1) industria de la vacuna; (2) instituciones nacionales (médicas) e internacionales (OMS); (3) gobiernos] son incapaces de recular y admitir estos errores; o más si cabe, renunciar a las perspectivas (industriales, comerciales y políticas) que ofrecen las estrategias maximalistas de vacunación.

Además, su visión de la medicina y el mundo se opone frontalmente a los defensores de una nueva sociedad ecológica (en el sentido amplio) y de nuevas medicinas basadas (en el sentido amplio) en "cuanto menos hagamos mejor será" siempre que es posible ...

Para el trio institucional que posee en la actualidad todos los poderes, la única solución es el la huida hacia adelante: ¡es para vacunar más!

Con este reclamo ilusorio de que al vacunar más, lograremos erradicar el virus, dado que erradicación es la única forma de proteger.

En los Estados Unidos y Canadá, países que afirman haber erradicado el sarampión hace 20 años, los brotes son comunes, incluso en las comunidades vacunadas, y las autoridades despistadas, en lugar de admitir su fracaso, acusan a enemigos externos ...
En los viejos tiempos, cuando la Sociedad de Mercado y del Espectáculo aún estaba poco desarrollada, se supo admitir los errores cometidos con la vacunación y cambiar la estrategia para vencer a la viruela, una enfermedad que era mucho más amenazante que el sarampión.

¿Quién conseguirá derrocar a este trio institucional?

¿Cuándo pensaremos y encontraremos una solución real?

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