La empresa, especializada en imagen por resonancia magnética, ha realizado en lo que va de año cerca de 900 pruebas     

Resonancia magnética

“Resonancias Abiertas Toledo S.L.” es un centro privado, en este caso especializado en imagen por resonancia magnética, que como muchos otros del sector sanitario hace su particular agosto en tierras castellano-manchegas gracias a las políticas neoliberales y externalizadoras llevadas a cabo por la presidenta de la Comunidad, María Dolores Cospedal, que hace unos días volvía a traicionarle o no el subconsciente y declaraba estar “trabajando para saquear” España, un supuesto lapsus que ya había popularizado en mayo de 2012, aunque  en aquella ocasión hablaba de “saquear” Castilla-La Mancha. Pues bien, la citada clínica sería una más del entramado beneficiado por el “saqueo” de Cospedal si no fuera porque una de sus propietarias es la doctora Julia Sánchez Cañavate, especialista de urgencias no hospitalarias de la aseguradora Mapfre y esposa del director médico del hospital Virgen de la Salud de Toledo, Pedro de la Iglesia, desde donde son derivados cientos de pacientes al citado centro, según ha podido saber ELPLURAL.COM de fuentes hospitalarias solventes.

La familia Guisández Hernández…
Julia Sánchez comparte titularidad con la familia Guisández Hernández y con la empresa “Técnicas Integrales de Diagnóstico por Imagen, S.L. (TIDI)”, según recoge la nota simple informativa a la que ha tenido acceso este periódico. En el mismo documento consta que TIDI tiene 300 participaciones y el 50 por ciento del capital, mientras que las hermanas Guisández y su madre Susana Hernández son propietarias del 40,5%, frente al 9,50 por ciento del capital y 57 participaciones de Julia Sánchez Cañavate.  “Resonancias Abiertas Toledo” está fraccionada en 600 participaciones y se constituyó en 2006 con un capital social de 60.000 euros.Miguel Ángel Máñez, director de gestión del hospital Virgen de la Salud de Toledo; Carlos Alberto Arenas, director gerente; y Pedro de la Iglesia, director médico.

Miguel Ángel Máñez, director de gestión del hospital Virgen de la Salud de Toledo; Carlos Alberto Arenas, director gerente; y Pedro de la Iglesia, director médico.

… Y Solimat, la mayor mutua de CLM
Y es que la familia Guisández también guarda una estrecha relación con la mayor mutua de accidentes laborales de Castilla-La Mancha, Solimat, dirigida por el médico Javier López Martín, esposo de  María Guisández, matrona de la zona básica de salud de la localidad toledana de Polán y tutora de la Unidad Docente de Matronas del hospital cuya dirección médica corre a cargo del esposo de su socia Sánchez Cañavate. El gerente de Solimat es a su vez nuero de Susana Hernández y cuñado de Susana Guisández, todas ellas como decimos propietarias del 40,5 por ciento de las acciones, y esta última, además, administradora solidaria de “Resonancias Abiertas Toledo SL”, cargo que compatibiliza con la filial talaverana, donde, eso sí, cuentan con media docena de socios más y un capital superior a los cien mil euros.

El chollo de las resonancias
Sea como sea, el caso es que “Resonancias Abiertas Toledo S.L.” tiene un gran chollo desde que Cospedal llegó a Castilla-La Mancha para iniciar el “saqueo”, cuya “tarta resonante” reivindica también la empresa competidora “Enova”. Si bien es verdad que el primero de los centros trabajó también para el Gobierno del socialista Barreda, no es menos cierto que los encargos eran infinitamente inferiores a los realizados en la actualidad. Y todo ello por la política privatizadora que la también secretaria general del PP lleva a cabo en una comunidad, hoy por hoy, que se antoja difícil de revalidar.
Pedro de la Iglesia (primero por la derecha)
Pedro de la Iglesia (primero por la derecha)

Caos en los pasillos del horror
Pero mientras que el director médico del hospital Virgen de la Salud no le duele en prenda derivar a cientos de pacientes a la clínica privada de su mujer para que se sometan a una resonancia abierta, el servicio de urgencias del centro público sufre atascos periódicos y hacinamientos insalubres; y todo porque el equipo directivo del hospital, entre el que se encuentra el doctor De la Iglesia, se niega en aras del ahorro y el austericidio a abrir plantas y habitaciones para acoger a las personas que en numerosas ocasiones se agolpan en lo que ha venido en llamarse los pasillos del horror.