(2017-02-05) “Las Unidades de Gestión Clinica introducen criterios empresariales en la práctica sanitaria”

Organizado por el Consejo de Salud de Tomelloso, la Biblioteca Francisco García Pavón acogió este sábado un acto informativo, que contó con la colaboración de la Coordinadora Anti-privatización de la Sanidad de Madorid (CAS Madrid), centrado fundamentalmente en las Unidades de Gestión Clínicas. El acto contó, además con la participación del médico Roberto Colino, quien denunció las prácticas irregulares y escandalosas que encierra el mundo de la medicina, y más concretamente la industria farmacéutica.

El acto estuvo conducido por Agustín Alberca, del Consejo de Salud de Tomelloso, quien justificó su celebración en el desconocimiento sobre las UGC, que se implantarán en nuestra región.

Privatización encubierta

Antonio Gómez, de la Coordinadora Anti-privatización de la Sanidad de Madrid (CAS Madrid) explicó que durante los últimos años se ha acometido un proceso de privatización de la sanidad en diferentes CCAA, en algunas más que otras. Debido al desgaste político que supuso “se ha desempolvado un antiguo proyecto el de las Unidades de Gestión Clínica (UGC)”. Este procedimiento se ha puesto en marcha, principalmente en dos comunidades, Andalucía y Asturias “con mucho silencio”.

Es “algo más sutil que la privatización”, explicó, “se trata de introducir criterios empresariales en la práctica clínica diaria, sin privatizar”. Se trata de traspasar “presupuestos virtuales” a los servicios hospitalarios o centros de salud “con el compromiso de que si reducen el gasto, lo ahorrado se lo reparten entre los integrantes de la UGC”. Esto conlleva, continuó, “peor atención a los pacientes, reducción de las derivaciones y los fármacos necesarios, no cobertura de las bajas de los trabajadores”. Aseveró que es una maniobra “perversa”, que no podemos decir que sea una privatización, “pero es introducir los mismos criterios que utiliza una oficina de bancos para vender preferentes en el ámbito de la sanidad. Eso es lo que el SESCAM va a poner en marcha, puesto que “ya hay un borrador de documento”.

Prevalece la rentabilidad por encima de la vida o el bienestar social

Roberto Colino se define como un médico de pueblo con “la visión tradicional de lo que era la medicina en tiempos”, como un todo y sin estar fragmentada en especialidades. El doctor Colino subrayó que “estamos ante una crisis sanitaria sino ante una crisis social”. Así, explicó al auditorio “algo que puede resultar escandaloso y que se está tapando”, en base al libro de Peter C. Gøtzsche “Medicamentos que matan y crimen organizado”. El volumen habla “de la mafia que tenemos en los laboratorios y en la industria y que condicionan absolutamente todo”, desde los medicamentos que nos ponen a las enfermedades, subvencionan las asociaciones profesionales, organizan congresos médicos, sobornas a los políticos y a las agencias. El autor ha recibido amenazas, señaló, le han abierto expedientes “y todo se ha tirado por tierra ante la certeza de los hechos expuestos”.

Colino reiteró que “lo tenemos es una mafia que responde a intereses económicos en los que prevalece la rentabilidad por encima de la vida o el bienestar social”. Para el médico el origen de esto “están en la desigualdad, manipulación y desestructuración sociales que tenemos”. Este sábado se celebra el Día del Cáncer, señaló, “esto es una manipulación, hay unos intereses detrás brutales”. El galeno aseguró que los quimioterápicos que han salido, en 2014, “en Inglaterra no se prescriben”, son carísimos. Es necesario dedicar más a la investigación del cáncer pero “no a enriquecer a una industria, no estamos mejorando”. En España, continuó, se recetan fármacos nuevos “que no aportan prácticamente nada, un mes más de vida”.

Las campañas de mamografías “no se deberían hacer”, si hay poco dinero “¿por qué nos lo gastamos en estas campañas que sabemos que no se deben hacer?”. Estas pruebas, aseguró se han dejado de hacer en Suiza, “¿dónde está este discurso de los responsables y los profesionales? ¿Dónde está la información a la mujer que se somete a ellos sin que le den la información real?”. En Suiza, insistió, han dejado de hacerlo “no porque no tengan dinero, sino porque las mujeres se han cansado de que les tomen el pelo o de que les corten mamas sin que disminuya la mortalidad”. Igual opinó con respecto a las vacunas “donde hay algunas, como la del papiloma, que no valen para nada y que se han prohíbo en algunos países. Se trata, en definitiva, “de una tomadura de pelo por todos lados con el consentimiento de todo el mundo”. El doctor Colina critico la pasividad social “¿dónde está la gente? ¿Dónde está la información ¿No hay honestidad?

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