Mónica, Médica, Madre, Ministra, Mujer. ¿Dónde estabas?
Llegaste tarde a la lucha contra la privatización de la sanidad en Madrid, cuando en 2012, nueve años después de que Esperanza Aguirre la iniciara, contactaste con nosotros, y tuvimos que explicaros, a ti y a tus compañeros -con los que crearíais AFEM-, los diferentes modelos de hospitales privatizados (PFI, PPP). Por cierto, nunca nos llegasteis a aclarar dónde estabais durante esos años, desde 2004, en los que miles de madrileños -la mayoría sin bata blanca- salían a la calle pidiendo la derogación de la ley 15/97, y la paralización del proceso, mientras cerraban miles de camas públicas en los hospitales “públicos”, entre ellos en el tuyo…para abrir 11 hospitales de propiedad privada.
¿Dónde estabais durante el período oscuro, entre 2004 y 2012, nueve años, muchos años, durante los cuales el PP, con la connivencia de ayuntamientos de IU y PSOE, ejecutaba su plan para poner parte de la asistencia sanitaria madrileña en manos privadas por 30 años -mínimo- y la prensa madrileña ocultaba manifestaciones de 40.000 personas denunciándolo… mientras la BBC y la ARD sí cubrían dichas manifestaciones? Bendita Esperanza Aguirre -que dirían los de la Asociación de la Prensa de Madrid-, que nos regala millones de € para tener un seguro privado (aquí, aquí, aquí, aquí) y así no tener que soportar las listas de espera de la pública. Cuando el poder te promociona, por lo general no eres un problema para el sistema.
¿Recuerdas aquella fría tarde del invierno de 2012, en el servicio de infecciosas del Gregorio Marañón, cuando vosotros, la cúpula de AFEM nos pedíais que los sindicatos minoritarios convocáramos huelga para el resto de categorías y vosotros convocaríais a los médicos? Cuando os pedimos un acuerdo notarial de que no desconvocaríais la huelga si la Administración ofrecía una subida económica para los médicos (según vosotros, os movilizabais debido a la privatización de la sanidad), y tras consultarlo con tus compañeros nos comunicasteis que no nos podíais firmar semejante exigencia ¡Que osados son los de CAS, debisteis pensar!
¿Recuerdas cuando nos comunicasteis que, aunque estabais contra la privatización de la sanidad, no podíais exigir públicamente la derogación de la ley 15/97, porque impedía la unidad con el PSOE y vosotros, por encima de todo buscabais la unidad –aunque fuera con uno de los partidos privatizadores-? ¿Recuerdas que poco después el Tribunal Constitucional avaló la “externalización” de la parte sanitaria de los 6 hospitales de modelo PFI porque la Ley 15/97, esa que tú no quieres derogar, lo permite?
¿Recuerdas aquella asamblea masiva en el anfiteatro del colegio de médicos de Madrid, cuando tras la intervención de aquel cirujano del Clínico que afirmó: compañeros, “tenemos que ir a la huelga, porque si no, nos van a convertir en obreros”, y los más de 500 médicos asistentes rompieron a aplaudir rabiosamente como si hubieran escuchado la revelación? Ninguno de los que estabais en la mesa fuisteis capaces de llevar la contraria al insigne orador. Nosotros, invitados en primera fila, no salíamos de nuestro asombro. Incluso varias compañeras nuestras se levantaron y abandonaron la masiva asamblea avergonzadas, porque sus padres o madres eran obreros/as. No estabais allí por la privatización de la sanidad, esa era la careta.
¿Recuerdas cuando en abril de 2013, agotado el conflicto, con sus danzas en las puertas de los hospitales, sus carreras “por la sanidad pública” por el Retiro, sus tomas de TA gratis en las puertas de los metros… vuestro “Comité profesional Médico” propuso a la Consejería la introducción de la gestión clínica “para desactivar el conflicto”? Era por la sanidad pública, defendíais.
Con vosotros, había nacido la primera marea blanca de todo el Estado, en Madrid, quince años después de ser aprobada en el Congreso la Ley 15/97; trece años después de la inauguración del hospital de Alzira (Valencia) que supuso la primera aplicación de dicha ley; y nueve años después de iniciarse el proceso de privatización de Madrid. Y frente al eslogan que la calle llevaba años gritando de “El PP privatiza, el PSOE autoriza”, tuvisteis el descaro de crear el eslogan, transversal y ciudadanista de “la sanidad no se vende, se defiende”. Enternecedor. Y tuvisteis el apoyo de todos los medios, desde la Cope a la SER, desde el ABC al País, desde Tele Madrid a TV1. Justo lo contrario de lo que ocurrió en el período oscuro. ¿Sabes por qué? Porque no cuestionabais el modelo, porque ocultabais las leyes privatizadoras y a sus responsables, porque no apuntabais a la raíz del problema, porque os quedabais en los síntomas. Mala medicina.
Luego llegó lo que ansiabas, la fama, el estrellato, el enfrentamiento buscando el teatro con la infumable Ayuso, eso sí, siempre buscando la complicidad con vuestros amigos del PSOE. Porque sin ellos sabíais que no es posible alcanzar el poder…y la poltrona.
Es curioso, ya compartes sillón en el Consejo de Ministros con Pablo Bustinduy, cuya mamá, Ángeles Amador, a la sazón Ministra de Sanidad del PSOE en 1997, se alió con Romay Beccaria y Núñez Feijoo, para aprobar la ley 15/97. Según ella lo hizo por el bien común, porque “Esta ley cierra el paso a la privatización de la sanidad”. Tu opinas igual, tiempo has tenido en tu tribuna parlamentaria para denunciar la ley y no lo has hecho. Porque solo cambia la estética y aunque os presentáis como los defensores de los de “abajo”, sois de los de “arriba”. Reproducción de las élites, sois los cachorros de la casta. Aquella a la que simulabais criticar. Sois los que ibais a asaltar los cielos y os quedasteis en los lujosos rascacielos.
Cuando en vuestro programa electoral prometíais la “recuperación” del sistema sanitario invirtiendo 6.100 millones de € en cuatro años, estabais haciendo un guiño a la patronal privada que se frotaba las manos, porque está reclamando lo mismo. Sabes que inyectar dinero en el SNS sin derogar las leyes que permiten el trasvase de nuestros impuestos a la empresa privada (si, esa que cerró centros durante la pandemia, cuando no teníamos camas suficientes y los ancianos morían abandonados en las residencias), lo único que garantiza es incrementar los beneficios de sus accionistas…y deteriorar aún más lo que queda de la “pública”.
Ya formas parte de lo que ansiabas. El nuevo gobierno estatal, el más progresista desde el Neolítico. Un gobierno absolutamente imprescindible para hacer lo que al PP y a Vox les costaría más resistencia en la calle. El gobierno que ha venido para continuar la voladura controlada de lo “público”, aquello que se paga con nuestros impuestos, pero gestionan las élites al servicio de la banca. No, en sanidad no vais a derogar la ley 15/97, ni a acabar con los conciertos y los convenios privados. Vais a continuar con el deterioro del SNS para empujar, a las cada vez más reducidas clases medias, hacia los seguros privados. Y este proceso se ha realizado y realiza en todas las comunidades autónomas, independientemente de quien gobierne. Derecha e izquierda del capital, estáis todos de acuerdo en lo esencial. Con el apoyo de los medios de desinformación, ya anunciáis una ley para acabar con las listas de espera. No os esforcéis, nos conformaríamos con que cumplierais las que están vigentes (aquí, aquí) como hemos defendido recientemente. La prueba del algodón de que no habéis venido para defender al sistema sanitario estatal es que tuvisteis la oportunidad de apoyar la Iniciativa Legislativa Popular que en la pasada legislatura presentamos y la boicoteasteis.
No, en educación no vais a derogar la ley Maravall. No, en medio ambiente no vais a frenar el pelotazo de las macrorenovables y la minería a cielo abierto, el sacrificio de la “España Vacilada”. No, no vais a solucionar el problema de la vivienda, continuaran los desahucios. No, no vais a blindar las pensiones, vais a ir dinamitándolas y privatizándolas poco a poco como os exigen desde Bruselas. No, no vais a derogar la Ley Mordaza, la necesitáis para poder sofocar las posibles movilizaciones que puedan surgir en esta legislatura, cuando saquéis la tijera de los recortes que ya os está exigiendo el FMI. Podríais haber empezado por reducir vuestros sueldos o el número de ministerios, altos cargos o asesores, pero entonces quizás necesitaríais acceder al bono social térmico. Luego os extrañará que surjan Mileis y Ayusos.
Se aproximan tiempos duros. Huele a recesión. Y juegan con la ventaja del individualismo imperante y el autismo social que fomentan las redes sociales. No podemos esperar nada de vosotros. Es momento de dejar de mirarse el ombligo y comenzar a debatir sobre el despliegue de prácticas autónomas, al margen del Estado, que permitan sentar las bases para garantizar, en un contexto de disponibilidad energética decreciente y de surgimiento de sociedades menos complejas, estructuras que permitan garantizar las necesidades básicas de la población: la sanidad, la educación, el transporte, la alimentación, la vivienda, etc. Aún hay tiempo, la historia nos enseña que en momentos de crisis surgen las más potentes respuestas sociales colectivas.