En los presupuestos que acaba de presentar el gobierno de la Comunidad de Madrid para el año 2016, se destinan 7.449.917.163-€ para sanidad, lo que supone un incremento con respecto al año anterior de 157 millones de € (un 2,16% más).

Del presupuesto total, se envía directamente a empresas privadas cerca de un 14% (más de 1.000 millones €). Desde la llegada al poder en la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre y con la inauguración en el 2008 de los primeros hospitales privados, año a año ha ido aumentando el dinero desviado a las empresas privadas. Así, si en el 2008 más de 400 millones € acabaron en empresas privadas, en el 2016 ya son más de 1.000 millones €.

Desde el 2008 hasta 2016 se han desviado más de 6.400 millones de euros (más del 86% del presupuesto destinado para el año 2016). Este dinero no ha supuesto una mejora en la atención sanitaria madrileña, en la que sigue habiendo una gran lista de espera quirúrgica de 72.000 personas, tres veces más que la que había en 2005 antes de empezar a construir hospitales privados, y con toda seguridad diagnóstica (lista que por cierto no es publica).

A este cada vez mayor desvío de dinero a empresas privadas se le une la opacidad del gasto sanitario de la Comunidad de Madrid (en la propia Asamblea de Madrid se ha denunciado repetidas veces que una gran parte del presupuesto del SERMAS ¡¡no es fiscalizable ni por los propios grupos políticos!!), que hasta octubre de 2015 no se ha publicado la memoria del SERMAS del 2014 en la que figura el gasto real correspondiente a ese año, que además viene agrupado en cifras globales con lo que es imposible saber cuánto han cobrado las empresas que gestionan los hospitales PFI y PPP y las diferentes empresas que tienen conciertos con el Servicio Madrileño de Salud.

Pero la opacidad no es solo patrimonio de los centros de gestión privada, sino que los hospitales de “gestión pública tradicional” en sus memorias del año 2014 tampoco dan cifras desagregadas y transparentes para que pudiéramos conocer de qué forma se gastan nuestro dinero, hecho que no es achacable al PP en exclusiva, sino que es una realidad objetiva, no solo en Madrid sino en todo el territorio nacional. Todos los partidos políticos que han tenido responsabilidades de gobierno en los últimos 30 años, han mantenido ocultos los datos “sensibles” que permitirían conocer como está funcionando el Sistema Nacional de Salud (SNS) y como se está gastando el dinero de nuestros impuestos.

En definitiva, mientras:

- No se recuperen los hospitales privados de modelo PFI y PPP que en teoría fueron necesarios para garantizar la asistencia (algunos fueron construidos sin ser necesarios).

- No se deroguen los artículos de la Ley General de Sanidad que vienen permitiendo desde hace tres décadas el expolio del dinero público mediante los conciertos.

- No se recuperen los servicios sanitarios y no sanitarios “externalizados”.

- No se habiliten sistemas que permitan una transparencia total en el gasto que se realice en el SNS.

- No se creen mecanismos de control de la gestión y de las decisiones por parte de los/las trabajadoras/es.

- No se actúe contra los determinantes económicos, sociales y medioambientales de la enfermedad.

…la llamada Sanidad Pública seguirá deteriorándose, prestando una atención sanitaria deficiente y avanzando hacia una mayor privatización, llegando a convertirse en un sistema de beneficencia.
CAS Noviembre 2015.
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