Las estatinas son un conjunto de medicamentos de referencia en el tratamiento del llamado “colesterol malo”. Están entre los más vendidos pero las pruebas de sus beneficios para la salud siempre ha sido débiles y existe una creciente evidencia de reacciones adversas graves. Hay especialistas que piden su retirada del mercado.
El mes pasado publicamos que la Agencia Española de Medicamentos advierte de nuevos y graves daños provocados por las pastillas para tratar el colesterol del grupo de las estatinas. Dicho problema puede ser mayor de lo pensado pues el consumo de esos medicamentos es indiscriminado.
Ahora Sidney Wolfe, médico y co fundador de Public Citizen, organización clave para entender que muchos fármacos son un peligro para la salud, explica en British Medical Journal (BMJ) por qué cree que la rosuvastatina debería estar retirada.
El año pasado, el medicamento Crestor (rosuvastatina) fue la marca más recetada en los Estados Unidos (EE.UU.) de todas las estatinas. Se dispensaron 22,3 millones de recetas del fármaco del laboratorio AstraZeneca. Las ventas mundiales de 2013 fueron de 8.200 millones de dólares, el tercer medicamento de marca más vendido en 2013.
¿Por qué Crestor triunfa sobre las demás estatinas? Porque se ha publicitado que la potencia de la rosuvastatina en la reducción de colesterol, miligramo por miligramo, es superior a todos los demás fármacos de ese grupo. Pero según recuerda Wolfe, aún hoy falta evidencia comparativa de beneficios clínicos.
crestor rosuvastatina estatinaEs decir, ¿qué ocurre con la mejora real en la salud de la población, con la prevención de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares? No lo sabemos porque no hay pruebas.

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En su artículo el médico estadounidense se pregunta porqué se pararon antes de tiempo los ensayos clínicos que estaban comprobando la eficacia de Crestor.
En personas con bajo riesgo cardiovascular global (RCV) una estatina no reduce la mortalidad por todas las causas ni la morbilidad (el número de personas que enferman) cardiovascular grave. Pero se recetan por millones para ello gracias que se convence a muchos médicos con datos manipulados.
AstraZeneca no es un laboratorio que se distinga por su ética a la hora de hacer ensayos clínicos. Al menos no actuó así cuando falleció en España una persona con la que estaban experimentando un fármaco para el lupus. Así lo cuenta la familia en El otro entierro de Juan.
Lo que sí sabemos es que existe una creciente evidencia de los riesgos de rosuvastatina. En concreto de padecer diabetes por el consumo de este fármaco y otros similares.

Leed entero el texto de Sidney Wolfe (está en inglés) que no es largo y condensa muy bien todos los datos importantes. Entre otras cosas cuenta que AstraZeneca ha recibido advertencias de la agencia reguladora de USA sobre afirmaciones engañosas a la hora de promocinar su tratamiento.
La patente de rosuvastatina expira en 2016 y con ella la necesidad de AstraZeneca de promover el fármaco:

Por el bien de la salud pública -escribe el autor del artículo- debemos esperar que las desventajas de la droga conduzcan a una fuerte disminución de su uso antes del próximo año”.