(2016-07-12) Catalunya: Puntualizaciones sobre "Les hemos destrozado el sistema sanitario”
¿Qué sabe De Alfonso de sistemas sanitarios?
Las palabras del ex director de la Oficina Antifraude de Cataluña al ministro Fernández Díaz en relación a la sanidad demuestran que son unos ignorantes en relación al tema. Las reacciones de 'Junts pel Sí' demuestran que la coalición de gobierno nos quiere devolver inútilmente a la antigua ignorancia sobre un modelo sanitario que ahora está claramente cuestionado. Ante el interés de CASMadrid por publicar el artículo, he añadido algunos paréntesis para intentar explicar aspectos que puede desconocer quien no tenga familiaridad con el laberinto catalán.
Para entender la que ha liado De Alfonso con su famosa frase “Les hemos destrozado el sistema sanitario”, provocando interpretaciones interesadas de políticos que, con diferentes dosis de ignorancia y de mala fe, tienen más interés en sacar partido a unas palabras que en explicar verdades, haríamos bien en distinguir entre los conceptos de sistema y de modelo sanitario, de sanidad y de salud. De esta última nadie ha hablado, quizá porque es el concepto más amplio e inabarcable que debería ser el objetivo de todas las políticas. Podríamos encontrarnos con que destrozar un determinado sistema sanitario fuera lo más favorable para la salud.
Cataluña, por mucho que tenga transferidas las competencias sanitarias desde 1981, no tiene un sistema sanitario propio. Hay aspectos básicos, el modelo de financiación sólo es uno de ellos, que dependen del estado español. Existe una ley general de sanidad que teóricamente condiciona a todo el Estado. Las cuestiones relativas a la propiedad de los centros construidos por el antiguo INP, ahora gestionados por el Instituto Catalán de la Salud, y las incidencias en el desarrollo de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL) demuestran la falta de soberanía necesaria para tener un sistema sanitario propio.
Lo que hizo Cataluña, desobedeciendo la citada ley general, no sólo con el consentimiento sino con la colaboración de los partidos que han ostentado la obsesión españolista a lo largo de los años, como ya expliqué en 2010 en el capítulo referente a Cataluña del libro ¿Por nuestra salud?, fue crear su propio modelo de gestión, lo que siempre se ha conocido como modelo sanitario catalán. No fue obstaculizado porque era un experimento neoliberal, basado en el modelo thatcheriano, que convenía a todas las élites, a las élites comerciantes de siempre y a las nuevas élites gerenciales. Al contrario, fue adaptado y trasladado al Estado con la Ley 15/97 que, como ha criticado siempre CASMadrid, abría la veda de las privatizaciones. Aquí ya teníamos nuestro propio modelo de privatización, lo que no fue obstáculo al total apoyo de CiU a esta ley.
Es evidente que la expresión de De Alfonso no sólo demuestra su ignorancia en estas cuestiones, sino que es atrevida porque el PP sólo puede estar en contra del sistema o modelo sanitario que sufrimos por nimiedades, por el reparto del pastel, por el "y tú más", y habría hecho llegar a De Alfonso un aviso, "vigila lo que destrozas", si no quedara sobreentendido que simplemente se trataba de evidenciar que en Cataluña también existe la corrupción. Y si no, que alguien nos explique cuál fue el pacto entre el Gobierno de Mariano Rajoy y nuestro Boi Ruiz que permite que los gerentes de nuestros consorcios sigan cobrando por encima de las posibilidades que les daba la citada LRSAL, por poner un ejemplo.
De Alfonso hablaba pues de modelo de gestión, no de sistema sanitario, ni mucho menos de la sanidad, como le imputó el representante de JxS en su intervención parlamentaria con evidente mala fe, con una rabieta que claramente buscaba un chivo expiatorio para las fechorías sanitarias propias. Y no hablemos del tuit de la diputada Montserrat Candini que acusaba a Albano Dante de ser un simple portavoz del ahora maldito director de la OAC. Como evidencian las declaraciones de mis amigos David Vidal y Albano, ambas recogidas en el reciente escrito de este último en Crític (contra las cloacas del Estado, las de Twitter y las sanitarias. La referencia más conocida a sus investigaciones es su libro “Artur Mas: ¿dónde está mi dinero?”), y la intervención de Benet Salellas en el Parlamento (minuto 5:25), el papel de De Alfonso en la persecución de la corrupción ha sido ínfimo y además nos ha salido carísimo. Una de las actividades que más me enorgullece es haber trabajado conjuntamente con David y con Albano en múltiples investigaciones y publicaciones (en ésta, en castellano, encontrarás la explicación a alguna de las dudas que te pueden surgir en esta lectura). Fue en aquella época cuando construí un gran mapa de relaciones que desprende la peste de nuestro modelo sanitario.
Preocupante es la reacción de los líderes de ERC en relación a la conspiración de De Alfonso y Fernández Díaz. El candidato Rufián se hizo eco, demasiado irreflexivamente, de la incitación de Alfred Bosch (líder republicano en el Ayuntamiento de Barcelona) a exponer en los centros sanitarios la frase de De Alfonso. La iniciativa ignora o contradice el pensamiento ampliamente mayoritario, por no decir unánime, entre quienes luchamos contra los recortes sanitarios y por una sanidad 100% pública que precisamente plantea el abandono del modelo sanitario catalán, un modelo que ha sido puesto seriamente en cuestión después de tantos años de consenso con el mercado relacional (pág. 18) establecido en la sanidad en Cataluña. Mucha de esta gente sólo desprecia el proceso de independencia porque desconfía de una Cataluña donde realmente se pueda decidir en todos los ámbitos de la vida, desconfía de eso de “primero la independencia y luego ya veremos” porque ve que las cartas están marcadas.
Hubiera tenido más lógica que ERC, en vez de centrarse en estas confusas referencias al sistema sanitario, hubiera exigido responsabilidades a CDC por el papel jugado por Germà Gordó, como apunta Lluc Salellas (en una crítica al cepillo mediático que está evitando que el tema se debata en los medios), tanto en el nombramiento del director de la OAC como en la supuesta operación para poner a Gordó al frente del país (substituyendo a Mas con una alternativa que no prioriza la independencia). Y es tan absurdo como intrascendente intentar averiguar si fue una maniobra suya o de su esposa (vocal del Consejo General del Poder Judicial y amiga de De Alfonso), que le quería regalar la presidencia del país. Son estas operaciones oscuras, y no las dudas razonables que plantea la CUP, las que deberían hacer desconfiar a ERC de la viabilidad del proceso, porque es CDC y no la CUP quien lo subordina a intereses sucios.
Lástima que ERC siga ocupada en continuar alimentando a una CDC moribunda, incluso con concesiones que perjudican nuestra salud como el nuevo BCN World, paradigma de un modelo de desarrollo indeseable para una Cataluña independiente. Lástima que siga atendiendo sus compromisos con los fondos de capital riesgo, creadores de miseria, como demuestra el hecho de que Comín ni siquiera haya penalizado aún a la multinacional Transporte Sanitario de Cataluña, SA (adjudicación en manos de la fiscalía desde el 5 de mayo), por sus evidentes incumplimientos, sino que, al contrario, considere que ha cumplido con la transparencia exigida por el Parlamento con el patético "Análisis de los resultados iniciales del desarrollo del Modelo de transporte sanitario integral". O diciendo, en sede parlamentaria, el disparate de que el ICS no convocará plazas por la no aprobación de los presupuestos (desde que la CUP rechazó los presupuestos de 'Junts pel Sí', cualquier iniciativa, tenga o no repercusiones económicas, se gira en una culpabilización de ese voto en contra). Estamos viendo claramente que España es irreformable, pero también que Cataluña será independiente con transparencia o no lo será.
Ramon Serna Ros